Gatu-Madre

Era una bochornosa tarde de primavera, lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Nos acababan de traer la primer cerveza y sin darle un sorbo siquiera Hector recibió una llamada de su madre invocando su presencia con caracter de "urgente" en su residencia.

Después de arreglar la situación con los meseros y el encargado del balet parking abordamos la poderosa y siempre fiel X-Perra. En el camino Hector me informó sobre nuestra misión, nombre clave: Gatu-Madre. Al parecer un minino en desgracia decidió concluir sus días debajo de un tallador de ropa ubicado en la parte trasera del departamento que se encuentra en el segundo piso de casa de la mamá de Hector.

Al llegar la residencia en cuestión fuimos recibidos amablemente por la madre de Hector quién de inmediato nos entregó bolsas de hule para nuestras manos y una más grande para colocar en ella los restos de aquél desafortunado gato.

A medida que nos acercabamos a la parte trasera del departamento pudimos percibir el aroma a muerte adornado por un sin número de moscas que volaban a nuestro alrededor...y entonces lo vimos. Ahí estaba, hinchado, inerte, putrefacto, pestilente y mosqueado. La posición en la que se encontraba, el hedor y las moscas hacían muy complicadas las maniobras para sustraerlo de abajo del tallador. Fueron varios intentos fallidos hasta que finalmente el heróico Hector logro sacarlo de ahí y colocarlo con delicadeza dentro de una bolsa de hule para basura.

En mi vida he visto cosas asombrosas, cosas espectaculares e incluso cosas milagrosas pero nunca me había tocado ver que en un bar te cuidaran las cheves que dejaste pues al regresar nos las entregaron igual de heladas como si fuese la primera vez.