jueves, 27 de octubre de 2011

Un beso.

Parecía ser otro viernes cualquiera, ya casí eran las 7 de la tarde y esparaba a que Toño pasara por mí para ir a casa de Roberto a echarnos unas cheves. Finalmente llegó:
- Que onda Arturo, listo?
- Ya, 'amonos!
Los papás de Toño le habían dado una camioneta usada cuando entró a la universidad. Mis papás me dijeron que yo debía comprarme la mía. Creo que es justo sobre todo porque el papá de Toño siempre ha sido ganadero y le va muy bien. Mi papá es ingeniero y pues se las "ingenia" para salir bien librado.
- Oye  Arturo, hay peda en un rancho allá por donde esta el de mi papá que onda? vamos o qué?
- Nambe' weh pura raza ranchera así como tú jajajaja
- Jajaja si, pura raza de por allá pero ya sabes que esas pedas son legendarias
- Si son como las que hace tu jefe en el rancho entonces vamos, harta cheve, harta carne y el 'fara fara' hasta que salga el sol. Vamos a caerle un rato al Rober y luego de ahí nos pasamos.
- Hecho.

La fiesta en casa de Roberto estuvo bien, más bien estuvo normal y lo normal es que siempre están bien. Puros amigos y amigas de la universidad simplemente matando tiempo antes de irse al antro o en nuestro caso al rancho.
Llegó la hora de partir y nos enfilamos hacía la carretera. El rancho al que ibamos se llamaba "El Gavilán", estaba a unos 45 minutos saliendo de la ciudad, es decir, a 45 minutos de la ciudad estaba la entrada pero luego había que recorrer unos 50 kms de terracería. El recorrido es bello en verdad, sobre todo de noche y más cuando hay una luna llena como la esta noche, una luna de octubre.

Toño maneja mejor ebrio que cuando está sobrio y la música ranchera lo mantiene despierto. Seguimos tomando cerveza en el camino y cantando algunas piezas mientras comentabamos sobre las nalgas de tal chava o sobre las boobies inmensas de la otra.

- Yo digo que Caty se esta mochando con el "ticher" de mate, a huevo. Es mucho cariño el que se muestran no? muchos arrimones jejejeje
- hahaha pues yo creo que sí caon porque además no hace tareas y siempre le va bien en esa manteria.
- Pues tú vas mal en "conta", que onda? no te animas a darle mantenimiento a la maestra?
- No sácate weh mejor estudio...

Eran ya pasadas las doce de la noche cuando tomamos el camino de terracería. Lo primero de lo que nos percatamos era de lo mucho que la luna estaba iluminando todo el terreno aquella noche. Toño incluso apagaba las luces principales de la camioneta como una prueba y la verdad es que eran casi inecesarias.
- Se ve con madre, mira los cactus, las piedas, el cerro, está muy chida la luna, como para acampar, dijo Toño.
- Si caon hay  que planearlo para la próxima igual y hasta invitamos a unas chavas. Oye, tengo que miar tu no?
- Mnha, yo estoy bien deja me detengo.

Bajé de la camioneta mientras Toño abría otra cerveza y subía el volúmen de la música. Como veía claramente todo lo que me rodeaba decidí caminar un poco. Me alejé  unos 15 metros de la camioneta y me puse a orinar.

La luna bañaba de luz la superficie de todos los objetos a mi alrededor, podía ver claramente los mezquites, los nopales, los cáctus que tienen forma de persona con los brazos hacia arriba. Las piedas grandes, las piedras chicas, todo estaba iluminado con esa luz blanca y tenue. Algo llamó mi atención.

Mientras veía hacia el fondo intentando medir mi vista comencé a observar algo que al parecer también estaba iluminado por la luna pero no lograba ubicar si estaba frente a unos nopales o detrás de ellos. Cerré un poco mis ojos intentando enfocar bien lo que estaba viendo. El objeto comenzó a tomar forma a medida que mi cerebro comenzaba a procesar la nueva información.

Al principio pensé que era uno de esos cáctus con brazos pero no lo era. La luz de la luna comenzó a iluminar más partes de este objeto. Cerré y apreté mis ojos rapidamente para volver a enforcar. Lo que ví a continuación aún me despierta por las noches.

Poco a poco comencé a reconocer la figura de una mujer, una mujer joven y hasta bella. Seguramente estaba parada a unos 15 metros de donde yo estaba. Lo que no podía explicarme era porqué seguía yo viendo los nopales que estaban detrás de ella. Estaba yo perplejo intentando identificar qué era aquello que estaba yo viendo cuando ella levantó su brazo y luego extendió su mano hacía mi indicandome que me acercara a ella.

Yo no sabía que es lo que estaba pasando, algo no estaba bien, necesitaba ayuda? era una visión? era un efecto de la luz de la luna y las ramás mezquites moviendose con el viento?...fué entonces cuando ella comenzó a avanzar hacia mí.

Los bellos erizados detrás de mi nuca y en mis brazos eran una clara señal de que tenía que salir de ahí. Comencé a correr hacía la camioneta mientras le gritaba a Toño:
- TOÑO, TOÑO! VAMONOS WEH!! VAMONOS!!....TOÑO!! TOÑO!!
gritaba y a la vez volteaba hacía atrás solo para confirmar mi mayor temor, ella se venía acercando moviendo su mano en señal de que me acercara.

Al llegar a la camioneta mi rostro y mi grito ahogaron cualquier comentario que Toño estuviera por hacer: VAMONOS TOÑO!! VAMONOS YA!! NOS VIENEN SIGUIENDO!!
- Que pedo? quién?
- VAMONOS CABRON!! VAMONOS!! DALE, DALE!!!
- Quien nos viene siguiendo, quién weh....
Toño miró el retrovisor y luego se volteó para ver por el vidrio trasero. Su rostro se deformó y lanzó un grito de horror. De inmediato encendió la camioneta y salimos disparados hacia adelante por aquél camino solitario y bañado por la luna.

- PISALE TOÑO!! DALE, DALE NO TE PARES!!
Toño hacía lo mejor que podía para no perder el control del volante, facilmente ibamos a unos 100 kilómetros por hora. No quería voltear atrás, no quería volver a ver aquella imagen pero irremediablemente tuve que hacerlo. Descubrí con horror que ella seguía detrás de nosotros, la velocidad no provocaba ningún cambio en su fachada ni en la distancia entre nosotros, la distancia cada vez más corta a medida que ella se deslizaba sobre el camino mientras movía su mano que decía "ven...ven...ven".

Cuando ella estaba justo detrás de la caja de la camioneta mi corazón estaba a punto de detenerse y los huesos de mis manos parecía que iban a salir por debajo de mi piel, fue entonces cuando Toño pasó sobre lo que ahora sé que es la cuenca de un arroyo seco. El golpe en la camioneta se sintió duro y por poco nos volteamos. Gracias a Dios la cuenca no era muy profunda y logramos continuar. Al  voltear nuevamente hacía atrás descubrí que ella estaba detenida justo donde iniciaba la cueca del arroyo, simplemente estaba ahí detenida, sin avanzar ni un centímetro sin embargo sus mirada, si es que eso era aquello que yo sentía, seguía fija en mí y su mano extendida sugiriendome "ven...ven...ven".

Toño no se detuvo hasta que llegamos al rancho "El Gavilán", una vez ahí las señoras presentes se percataron de nuestras condiciones, debió ser por la expresión en nuestros rostros. Yo sentía, yo sabía que me iba a ser imposible volver a dormir otra vez. Después de una hora o un poco más logramos tranquilizarnos y comenzamos a platicarles lo que nos había sucedido. 

Lejos de burlarse de nosotros o juzgarnos locos o borrachos, todos escucharon con atención nuestro relato. Las señoras más ancianas tomaron sus rosarios y comenzaron a recorrerlos en silencio. Una de ellas comenzó a hablar:
- Se llama Diana...ella se llama Diana. Mi abuela nos contó su historia pero ya no la recuerdo bien. Solo sé que ella en vida se llamaba Diana y siempre ha estado ahí, en ese lugar buscando a un hombre que le de un beso.
- Un beso? - Pregunté - Quién se atrevería a darle un beso?
- Dicen que si Diana te da un beso entonces será tu turno de quedarte en ese lugar.

 Aquella noche no dormimos, nos quedamos despiertos en la cocina de la casa de Don Ramiro el encargado del rancho. Al otro día ya con luz del sol decidimos regresar y don Ramiro se ofreció a acompañarnos hasta la carretera. Toño y yo ibamos con él en su camioneta mientras uno de sus hijos llevaba la camioneta de Toño.

Cuando estabamos cruzando el arroyo seco le pregunté a don Ramiro si el sabía porqué 'Diana' ya no continuó siguiendonos más allá del arroyo.
- Es que hasta ahí se le tiene permitido llegar, no sé, de allá de arriba le dicen "hasta aquí" y pues hasta aquí.
- Este río llevaba agua antes? o tiene mucho que se secó?
- No ya tiene mucho que esta seco, el papá de mi papá lo conoció ya seco 'tonces imaginate. Se llama "Fuente de Animales" o así le decimos aquí. Según cuentan el nombre se lo puso un curita hace mucho tiempo.

Fuente de animales, tal vez era porque muchos animales bebían de ahí y eran presa fácil para la cacería. Más tarde descubrí que en latín "fumen Animae" significa "Río de las Almas".